jueves, 23 de abril de 2020

RELIGIÓN, JUEVES 23 DE ABRIL



Cuento: La Ascensión de Jesús

-¿Habéis oído lo que ha pasado en Jerusalén? ¿Lo de Jesús el Nazareno?

La noticia de la Muerte de Jesús en la Cruz se difundió por todo Jerusalén y la gente volvía a su casa y la llevó a todas partes.

-¡Pero sus discípulos dicen que ha resucitado y que ellos han hablado y comido con Él!

Enseguida empezó a correrse también la voz de que Jesús había resucitado y se había aparecido a algunos de sus discípulos. Era increíble. Incluso algunos de sus apóstoles, que no le habían visto vivo todavía, se resistía a creer lo que le decían los demás. Tomás, uno de los Doce, dijo que si no tocaba las heridas de los clavos, no creería. Jesús se apareció de nuevo a ellos estando Tomás y le dijo que tocara sus heridas. Tomás respondió:

-¡Señor mío y Dios mío!

¡Qué alegría! ¡Jesús estaba vivo! A Cafarnaúm  también llegó la noticia de todo lo que había pasado en Jerusalén aquellos días. Los apóstoles mismos y otros discípulos lo contaron con más detalle cuando volvieron al cabo de unas semanas. Juan explico más tarde muchas de las cosas que Jesús le había dicho durante la Última Cena, la víspera de su pasión:

-No os dejaré solos. Volveré a vosotros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría.

Jesús mismo se apareció a algunos de los discípulos que habían salido a pescar con Simón Pedro. La aparición había sido muy cerca de Cafarnaúm, en una playa junto a las siete fuentes.

Pero esta historia os la contaré otro día. Ahora quiero contaros lo que ocurrió cuarenta días después de la resurrección. Los discípulos de Jesús fueron otra vez a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés. Allí, diez días antes de la fiesta, estuvieron con Jesús en el Monte de los Olivos. Al despedirse, Jesús les dijo: 

-Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros. Id y hacer discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y sabes que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos.

Entonces Jesús subió al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Los discípulos bajaron del monte y volvieron a Jerusalén. Se reunieron todos en la casa donde fue la última cena. Allí estaba María, la madre de Jesús, Simón Pedro y los demás apóstoles, y muchos otros discípulos. Y se dieron cuenta de que formaban parte de una nueva familia: la familia de Jesús.





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